El periodo de gestación de esta gerencia puede ubicarse a partir de los años 80 del siglo pasado, no es sino hasta 1900 con los primeros escritos de Frederick W. Taylor, cuando se marca el inicio de esta escuela, y partiendo de ahí podríamos delimitarla hasta el año de 1930..
A principios de la década del 1900, se comienza a hablar de la "mano invisible" de la gerencia tal como la bautizo Alfred Chandler, lo cual se unió a la "mano invisible" del mercado de Adam Smith (Hickman, 1992. p.25).
Las grandes ideas que identifican este enfoque son atribuidas en lo fundamental a cuatro ingenieros de la época: Frederick W. Taylor, Henry Gantt, Frank B. Gillbreth y Harrington Emerson.
Sin lugar a dudas, la eficiencia fue la bandera que enarbolaron los autores de la Administración Científica, la cual trataremos de entender con la exposición de las ideas de:
* Harrington Emerson: "El gran sacerdote de la eficiencia", a su manera señalaba: "Si los humanos pudiesen ser tan eficientes, como la naturaleza, no habría pobreza, ni beneficencia". Según él, el problema de la ineficiencia humana, podía solucionarse de dos maneras:
1. Imaginando métodos que capacitaran a la personas para realizar "el máximo de lo que ellas puedan hacer", en relación a la tarea o los fines establecidos, ya que la mayoría de las personas son eficientes solamente en un 60% al realizar sus objetivos de trabajo.
2. Diseñándose formas de fijación de objetivos que requiriesen "el mayor desempeño de que podamos ser capaces", en razón de que las eficiencias actuales son menos del 1% de nuestra capacidad real.
* Frank B. Gilbreth (1868-1924) y Lillian M. Gilbreth: para ellos, el fundamento de la gerencia racional-científica es la medición. Sólo de la medida real y continua de los métodos de trabajo puede derivar una eficiencia permanente.
* Henry L. Gantt: mostró preocupación por la eficiencia del trabajo, pero enfocándose, más que en los métodos de trabajo, en los sujetos que lo ejecutan. En 1908 presentó, su trabajo "Entrenamiento de los obreros en hábitos de diligencia y colaboración". En dicho documento señalaba: "la buena disposición para emplear los métodos y habilidades correctos, es tan importante como el conocer los métodos y poseer dichas habilidades" (Merril, 1985. p. 111).
* Frederick Winslow Taylor (1856-1915): el padre de la Administración Científica, nació en 1856 en Filadelfia, estado de Pensylvania. La importancia de sus aportes radica en que logró sintetizar y articular las diferentes ideas e inquietudes que sus antecesores manejaron y con ello pudo diseñar una nueva filosofía y enfoque de la administración: ...la administración científica no es meramente un sistema para mantener los costos estables, ni un sistema de estudios de tiempo o supervisión funcional, no es un nuevo esquema de eficiencia o de compensación del personal... Es una "completa revolución mental": un cambio de actitud hacia el trabajo.
Si alguna crítica hay que hacerle a esta teoría, sólo podría hacerse fuera del contexto histórico que le pertenece. En realidad la Administración como una disciplina esencial en el desarrollo industrial capitalista, no podría iniciar de otra manera, no existían ni los conocimientos ni las condiciones para un enfoque que no fuera racional-cuantitativo-eficientista.
La historia hace evidente la insuficiencia del enfoque racional-científico ya que con la crisis de 1929 parece ser que a pesar de que al trabajador se le entrena y se le motiva con un mayor sueldo, no llega la tan anhelada prosperidad de trabajadores y patrones, según Taylor, y lo que es peor, llegan las crisis económicas. De ahí, la necesidad de orientar el pensamiento gerencial hacia nuevos enfoques y modelos, entre los cuales comienzan a desarrollarse los modelos de toma de decisiones.
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